Desde que empecé el proyecto “No solo duelen los golpes” en el 2003 he visto y notado cómo éste ha crecido y se ha enriquecido, fundiéndose por momentos conmigo misma, y por otros tomando un rumbo inesperado por mí. En lo que sí he coincidido con “mi hija”, como la llamo, es en la postura política feminista ante la violencia machista y el poder patriarcal.
En ese camino de crecimiento y aprendizaje han aparecido muchas personas y oportunidades, tanto al “No solo duelen los golpes” como a mí. Una de esas “personas” y oportunidades que nos ha regalado la vida es el espacio autónomo de mujeres y lesbianas KALI NAUALIA.
Gracias a KALI he encontrado mujeres maravillosas, inteligentes, sensibles, feministas, fuertes, intuitivas, con nahuales de loba y con la magia de las brujas y chamanas de antaño. Con este encuentro el “No solo duelen los golpes” ha reforzado su postura antipatriarcal y su discurso se ha afilado en contra de la violencia machista hacia las mujeres. Y yo, en lo personal, me he llenado de una energía femenina que arraiga mis creencias en el SER MUJER y en el ESTAR en este mundo con una práctica feminista que parte de dentro hacia fuera.
Recuerdo aquella vez que KALI NAUALIA y el “No solo duelen los golpes” nos tomamos el espacio público de aquel parque. Recuerdo el apoyo y el sostén de KALI. Recuerdo la mirada de los y las jóvenes que llegaron a verlo… recuerdo la sensación de grupa, de equipa, de magia, de KALI NAUALIA y por eso estoy eternamente AGRADECIDA.
Es así que hago público también ese agradecimiento y este orgullo. Me siento y soy parte de KALI NAUALIA, y “mi hija” No solo duelen los Golpes se siente y es parte de este Espacio Autónomo… aunque ya esté punzando, incomodando e irritando al sistema. Así somos nosotras.
GRACIAS TOTALES Y MIL BESOS SONOROS NAUALIENSES
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